Del mundo de la empresa al cultivo de higueras en Malasia
En Malasia, dos auditores vieron el potencial del negocio de los higos y decidieron dejar sus trabajos corporativos para lanzarse de cabeza al mundo del cultivo de higos para ganarse la vida. Lawrence Yew desarrolló un amor por esta deliciosa fruta hace diez años, pero no lo persiguió como negocio ya que estaba involucrado en otros montajes. Sin embargo, se abrió una ventana cuando su compañero auditor y socio Cheah Zao Yan expresó su interés en el negocio de los higos también. Es por eso que pusieron en marcha Figara11.
«El asunto de las higueras es que requieren una cantidad muy específica de agua y el clima de Malasia es muy soleado o muy húmedo, por lo que es necesario tener una irrigación adecuada. Plantar higos en un país tropical también significa que los árboles son más propensos a las plagas. Los higueros también crecen muy vigorosamente debido al clima soleado de Malasia, lo que significa que tenemos que podarlos frecuentemente», comenta Yew.
El dúo se tomó su tiempo para buscar tierras fértiles y se instaló en una parcela agrícola en Karak, Bentong, con amplio sol y suministro de agua, ambos ingredientes vitales para que las higueras prosperen. Esto incluyó el desbroce de la tierra, la construcción de una sólida infraestructura de apoyo y la instalación de una casa a prueba de lluvia para los árboles.
Por el momento, la pareja ha plantado alrededor de 1.000 higueras, pero se han propuesto cosechar los frutos de 10.000 higueras en el futuro. Están convencidos de que los malayos deben consumir higos plantados localmente, ya que se les da la oportunidad de madurar en el árbol antes de la cosecha.
En Figara11, el RM20 te dará 250g de higos frescos de grado A de la variedad común. Figara11 también ofrece higos de tamaño gigante que pueden pesar hasta 150g por higo, más o menos el tamaño de un aguacate gigante.
Además de cultivar y vender la fruta, el dúo también dedicó una cantidad considerable de tiempo a investigar sus beneficios para la salud. Descubrieron que los higos son laxantes naturales, perfectos para el sistema digestivo.
«Con esta información en nuestras manos, pensamos en convertir los higos en una poción prebiótica porque tiene la buena fibra y las buenas bacterias que requiere tu intestino», cuenta Yew, y añade que para hacer un preparado aún más potente, se añadieron otras frutas muy nutritivas como la granada, la baya de goji, el arándano y la frambuesa.
De los números que se hacían antes en una oficina con aire acondicionado, la rutina de Yew hoy en día implica conducir hasta Karak en días alternos para entregar personalmente los higos cosechados a los clientes felices.
Texto: Reena Sekaran
Fotos: Lawrence Yew
Fuente: Free Malaysia Today