La creciente demanda de higos frescos hace resurgir el sector del higo en California
Hace apenas unas décadas Fresno -en California– era el centro de la industria del higo en los Estados Unidos, con extensiones de higueras de miles de acres. Hoy día, la mayoría de los árboles plantados por JC Forkner hace casi 100 años, han desaparecido, ocupando su terreno edificios residenciales y centros comerciales.
Del mismo modo la industria del higo de California ha sufrido grandes cambios. Aunque después de años de resistencia, los cultivadores ven esperanza en el cambio, ya que las nuevas tendencias alimentarias de los consumidores están señalando un cambio de tendencia. Siempre que las fuertes sequías no causen mayores problemas.
Para la mayoría de los estadounidenses su única relación con los higos proviene de las Fig Newton cookies, esas famosas galletas rellenas de pasta de higo. Casi la totalidad de estos higos se cultivan en California.
Pero la industria del higo en California ha pasado por momentos difíciles. La caída de la demanda en los últimos años y la sequía han empujado finalmente a algunos productores hacia otros cultivos, o incluso han dejado la agricultura.
Pero a medida que los gustos de los consumidores están cambiando, los consumidores estadounidenses están descubriendo que el higo tiene más posibilidades que la de acabar como pasta de unas conocidas galletas.
«Ahora lo que tienes son los cocineros en la televisión y en los restaurantes utilizando higos de California, tanto frescos como secos. Bueno eso se traduce en una toma de conciencia de los consumidores, que está creando esa demanda de higos», dice Karla Stockli CEO de California Fig Advisory Board.
Stockli asegura que casi el 100% de los higos que se consumen en Estados Unidos provienen del Valle Central y los cultivan cerca de 30 grandes productores. Ahora bien, si en el año 2000 había más de 15.000 acres de higos en California, hoy en día ese número se ha reducido a los 8.000 acres. De esta manera, el 45% de la cosecha de higos de California ha desaparecido. Hubo un tiempo en el que Fresno fue el epicentro del higo, pero la urbanización y crecimiento de la ciudad obligó a los agricultores a mudarse hacia el norte, a los condados de Madera y Merced.
Las continuas sequías, el aumento de los costos laborales y una disminución de la popularidad entre los consumidores estadounidenses de los higos secos obligó a muchos agricultores hace unos años a cerrar el negocio por completo.
Paul Mesple es un agricultor que se dedica al cultivo del higo en Chowchilla. «Hace unos diez o quince años los precios se hundieron», dice Mesple. «Tuvimos que reconvertirnos a otras variedades que resultaban más rentables o tuvimos incluso que cambiar a las almendras.»
Hoy día cultiva alrededor de 2.000 acres de higos que se venden tanto en seco y fresco. También cuenta con 700 acres de almendras y algunos acres albaricoques y melocotones. Pero lo que más vende son los higos de la variedad Black Mission, que fue traída a estas tierras por los frailes españoles allá por el año 1600. “A día de hoy”, dice Mesple, “es una de las variedades predominantes en la industria de los higos en California, tanto frescos como secos.»
Los higos frescos, a diferencia de los higos secos, son un cultivo delicado, ya que se dañan fácilmente. Pero hoy día la demanda es tan alta que los cultivadores han plantado más de 1.000 acres adicionales de variedades de higos frescos en los últimos años. Mucho de esto se debe a la diversificación en su comercialización.
La industria ha diversificado el uso de los higos a la vez que se incrementan nuevos consumidores, y ahora se encuentra en el chocolate, en licores e incluso en cosmética. «Los consumidores cada vez están más interesados en los productos frescos y saludables, lo que ha convertido a los higos en algo mucho más rentable», asegura Mesple.
Aunque a pesar del uso de los higos en más productos y de la creciente popularidad de los higos frescos, la industria del higo sigue siendo vulnerable. Gary Jue es el presidente de la cooperativa Valley Fig Growers, que representa al 40% de los agricultores de higueras en el estado. Comenta que si una variable va mal, por ejemplo, si llueve mientras se secan los higos, la industria se resiente.
Por eso, Jue dice que muchos de los productores con los que trabaja seguirán diversificando los cultivos siguiendo las tendencias de los consumidores, pero al mismo tiempo, siguen dependiendo de los grandes consumidores del higo seco -como la cookie Fig Newton – para garantizar sus ingresos.
Texto y fotos: Ezra David Romero
Fuente: Valley Public Radio. KVPR