La vida es dulce. Disfruta de los Maamoul, riquísimas pastas árabes rellenas de higos
La extensa repostería que nos encontramos en el mundo árabe resulta siempre deliciosa, intensa e inacabable. De entre ella, destacan los maamoul, pequeños bollos especiales rellenos, muy populares en países como Israel, Líbano, Siria y otros países de Arabia. Dependiendo de la zona, su relleno puede ser de higos, dátiles, pistachos, nueces o almendras.
Poseen la forma de bolas ligeramente aplastadas o de galletas planas. Se pueden decorar a mano o ser elaboradas con moldes especiales de madera. Son ideales para acompañar un rico té con hierbabuena.
Su característica es la delicadeza de la masa, hecha a base de mantequilla, con el contraste del relleno, en este caso hecho a base de higo triturado.
Si se carece de moldes, se pueden hacer de manera artesana, con un cacito para darle la forma ahuevada y con un palillo chino, la decoración.
Es una receta que necesita tiempo, ya que hay que hacer uno a uno, por eso es perfecto hacerlo en grupo o en familia, todos colaborando, con mucho amor y alegría. Suelen ser dulces que se hacen para celebraciones.
Ingredientes para la masa
460 gr. de harina
250 grs. de mantequilla
2 yemas de huevo
60 gr. azúcar glass
1/3 cucharadita de las de moka de bicarbonato sódico
1 pizca de vainilla en polvo
Ingredientes para el relleno
Agua
300 gr. de higos secos
1 cucharadita de agua de azahar
1 cucharadita de canela
Elaboración
La noche de antes, trocear los higos secos y cubrirlos casi por completo con el agua, la canela y el azahar. Se dejan tapados en un recipiente para que se hidraten y tomen el aroma deseado.
A la mañana siguiente se trituran con el jugo que han soltado, si fuera mucha agua retirar un poco antes de pasarles la batidora y reservar.
Para realizar la masa dispondremos de la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, las yemas de huevo y la vainilla, se mezcla bien con las manos y seguidamente se añade la harina con el bicarbonato incorporado. Tiene que quedar una masa homogénea y suelta, es decir, que no esté pegajosa, tal vez tengáis que añadir un poco más de harina. Cuando la masa se despega de las manos y tiene dicha consistencia se la deja reposar unos 15 minutos.
Ahora toca sentarse en la mesa de cocina a hacer las pastas.
Primer paso: tomar una bolita de la masa del tamaño de una nuez o un poco más grande y con el dedo hacerle un agujerito hasta el centro.
Segundo paso: con un cucharita se toma un poco de relleno de higo y se coloca en el interior, sin llegar a rebosar, porque necesitamos parte de esa masa para cerrar la bolita.
Tercer paso: introducir la bolita rellena en el molde de maamoul -son como una cuchara de madera con muescas para hacer la decoración- o en un pequeño cacito o cuenco, lo tenéis que forrar con un poco de papel film de cocina para facilitar luego su extracción. Presionáis con cuidado de no reventar la pasta hasta que tenga la forma deseada.
Cuarto paso: sacáis la pasta del molde y con un palillo u otro utensilio que os sea cómodo hacerle unas muescas o motivos decorativos.
Al horno
Una vez que están todas las pastas se colocan en una bandeja de horno con un papel vegetal y se introducen al horno, éste previamente calentado. La temperatura de cocción será 200 ºC con calor principalmente abajo, en algunos momentos podéis poner calor también arriba. ¿El tiempo? Entre 10 y 15 minutos tal vez, aunque quién os lo dirá mejor es la propia masa: tiene que dorarse levemente.
Cuando se sacan del horno se espolvorea azúcar glass por encima y listo para saborear. Hay momentos en los que la vida es dulce.
Vía: Los dulces de mi vida. Recetas de ayer y hoy por Aida Iglesias Algora