gourmet
Los higos secos, imprescindibles en Navidad
No hay Navidad sin frutos secos, empezando por los higos. Tal vez haya una razón por la que se han hecho tan populares: en el pasado, los higos no se cultivaban, crecían de forma silvestre y podían ser recogidos por cualquiera. Populares, democráticos y al alcance de todos, los viejos proverbios y refranes giran en torno a los higos, menospreciando su valor. Pero los higos secos están lejos de ser triviales: elegantes, carnosos, azucarados e irresistibles, los higos artesanales de alta calidad pueden ser un aperitivo perfecto para disfrutar en cualquier momento. Como todos los frutos secos, son un poco calóricos, pero deliciosos e imperdibles en Navidad.
Santomiele y fico mondo
Deliciosos comidos tal cual, en Navidad los más golosos suelen añadir una espolvoreada de azúcar glas, o almendras o nueces en su interior, una sorpresa crujiente que hace que la fruta sea aún más sabrosa.
Una de las mejores marcas del mercado es Santomiele, una empresa de Prignano Cilento (Italia), que cuenta con una tradición familiar centenaria, desde siempre apoyando la agricultura sostenible. Dirigida por Antonio Longo, la empresa es un punto de referencia para los amantes del producto, que pueden contar con una amplia y variada gama de originales especialidades. Con almendras, avellanas, chocolate, envueltos en hojas de higuera o con aroma a cítricos: hay muchas opciones para elegir, como el «mastrocioccolato», «una de las últimas novedades elaboradas con fico mondo (higo pelado) y tabletas de chocolate vertidas a mano a partir de granos de cacao cultivados en el sur de Brasil. El contraste entre el higo blanco como la nieve y el chocolate negro es sorprendente». Pelar higos es una tradición única en el mundo, «sólo los más bonitos que nos dan los árboles».
Otro producto estrella de la empresa es la melaza de higo, un edulcorante natural obtenido a partir de higos secos para recetas sin azúcar, como los ‘croccanti’, que «introdujimos hace poco más de un año, hechos con almendras y chocolate, avellanas y chocolate o sólo avellanas». Con un sabor floral y delicado, el croccanti llamado ‘Il Signorino’ es aún más aromático gracias a la ausencia de azúcar. También está disponible la melaza pura, «ideal para acompañar a los quesos».
Producción de higos secos
El cultivo de higos -en este caso el preciado cultivar «Kadota»- se realiza con pleno respeto al medio ambiente: «Cultivamos y procesamos los higos nosotros mismos, tenemos pocas máquinas que utilizan la energía proporcionada por los paneles solares y no utilizamos pesticidas ni dióxido de azufre», un compuesto generalmente utilizado «para ablandar y esterilizar los frutos secos». Los higos se secan al viento, se lavan en una solución de agua, limón y sal y se tuestan en el horno, «para estar seguros de que están esterilizados». Los artesanos comprueban individualmente los productos para asegurarse de que no hay defectos en el interior, y finalmente el envase, «que siempre ha sido de papel de paja».
Una empresa que ha puesto toda la carne en el asador de la sostenibilidad desde sus inicios, «el término sostenibilidad ni siquiera era tan popular antes, y sin embargo creíamos en él». Tanto es así que en mayo de 2018 Santomiele fue convocada por la ONU en Nueva York para el Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, «¡las únicas en toda Europa! Un gran orgullo para nosotros y para todo el sector».
Texto: Michela Becchi
Fuente: Gambero Rosso