La higuera gana terreno al regadío en Extremadura
Las plantaciones de higueras de regadío en intensivo crecen en municipios como Guareña, Cristina o Villar de Rena frente a los frutales de hueso mientras ganan terreno al tomate o al maíz en Almoharín
El higo vuelve a despertar el interés de muchos agricultores, empresas y cooperativas de Extremadura. Las buenas cotizaciones alcanzadas por el producto en seco en las últimas campañas, incluso por encima de los 1,60 euros/kilo para los de primera categoría, y una buena demanda en el exterior han relanzado su cultivo. Con marcos de plantación más parecidos a la de los frutales, sistemas de riego por goteo y estudios pioneros en sistemas de recolección aún por analizar.
Cultivo líder
Extremadura es la mayor región en cultivo de higueras en España, con más de 5.200 hectáreas, muy concentradas en la zona de Almoharín, Arroyomolinos de Montánchez, Valdemorales y el Jerte en la provincia de Cáceres, y en la zona de Barcarrota, Salvaléon, Higuera de Vargas y Torre de Miguel Sesmero en la de Badajoz.
Pero ahora comienza a expandirse con fuerza en municipios de regadío como complemento a otros frutales. En Guareña, Cristina, Zorita, Villar de Rena. Cerca de este último municipio, la empresa Alfonso Cruz –conocida por su marca Villacruz– ha plantado ya 50 hectáreas de higueras sobre todo de la variedad calabacita, en riego y ecológico, y prepara la plantación de otras 150 para alcanzar las 200 hectáreas.
“El higo, al igual que otros frutos secos aunque propiamente no lo sea, se ha beneficiado de un aumento de los precios en origen al considerarse como un alimento saludable. Se considera como una superfruta”, asegura Alfonso Cruz, responsable de la empresa. Piensan sobre todo en el mercado exterior, en el que tienen gran experiencia con ciruelas, nectarinas y melocotones También van a plantar albaricoques para desecar.
Nuevas plantaciones
En Almoharín, cuna del higo seco extremeño, se han plantado miles de higueras calabacitas en los últimos años, incluso en terrenos de regadío donde solía haber tomate o maíz. La cooperativa Regadhigos alcanzó en 2015 una comercialización de higos secos de 1,8 millones de euros, de los que 1,69 millones eran de higos de primera categoría, 112.00 euros de destrío y unos 54.743 euros en higos frescos para industria. La pasada campaña, esta cooperativa se quedó con la producción del vecino pueblo de Valdemorales.
Mientras, en Torre de Miguel Sesmero un grupo de 38 productores han creado la cooperativa El Puntal con ayuda del ayuntamiento para producir y comercializar higos secos. Y en Barcarrota trabajan ya en crear una marca de garantía para sus higos, Higos de Tiberia. En Alicante ya tienen una IGP para sus brevas de Albatera y en Sierra de Gredos ya tienen su marca de garantía para sus higos: Higos de Gredos.
Por primera vez en años, la fuerte demanda de higos en el mercado ha permitido ver este verano puestos de comerciales comprando higos secos a todo monte en localidades como Miajadas o alguna de la comarca de Montánchez, pagando en metálico producto sin “descoger”.
Recolección
Mientras, investigadores del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX) llevan tiempo realizando un ensayo en cultivo intensivo con riego localizado en la Finca La Orden para evaluar el comportamiento de distintas variedades de higuera para seco. El objetivo es obtener producciones más elevadas con frutos de calidad y estudiar la viabilidad económica de un sistema de recolección mediante el uso de mallas, que evite el contacto del higo con el suelo y facilite su recogida.
La geopolítica del higo también juega a favor de Extremadura. Turquía y Egipto, los dos grandes mercados productores de higos del mundo, están hoy un poco más lejos de la Unión Europea por sus conflictos políticos y el integrismo.