La exportación de higos frescos, un negocio con futuro
Si bien se trata de un producto delicado y de difícil exportación, debido a su corta vida de poscosecha, los precios de venta en el mercado norteamericano pueden superar fácilmente los US$13 por kilo.
En la mayoría de los países productores el higo es considerado más una fruta marginal y dedicada al autoconsumo, que forma parte de la vida y la cultura popular sin mayores posibilidades, que como un fruto con valiosas propiedades nutricionales y con espacio en la oferta habitual de frutas. Un panorama opuesto al que se da en Estados Unidos, donde tiene ganado su lugar como un producto gourmet y saludable.
Valga como ejemplo la compañía Western Fresh Marketing, la más grande comercializadora de de este tipo de frutas que opera en Chile, que vende anualmente unas 2.000 toneladas de higos frescos dentro del territorio estadounidense. “Fuimos la primera empresa en importar higos desde Chile para venderlos en Estados Unidos y todavía continuamos haciéndolo”, señala George Kragie, presidente de la compañía.
Una de las primeras compañías de Chile en entrar a este negocio fue Hortofrutícola Sudamericana, que en 2003 comenzó a exportar higos hacia Estados Unidos y Reino Unido, principalmente, con el fin de aprovechar la ventaja de estar en contra estación. Hoy, 13 años después, disponen de 70 hectáreas de este frutal en alta densidad (670 a 800 plantas/ha), las que producen un volumen bruto de 300 toneladas entre febrero y mayo de cada año.
“Es un producto atractivo, porque alcanza buenos precios, los cuales en promedio llegan a US$10 por kilo CIF, aunque las ganancias para el productor llegan a alrededor de US$3, ya que hay que restar un tercio por el transporte y otro por la logística y producción”, afirma Cristian Muñoz, gerente general de Hortofrutícola Sudamericana.
George Kragie, por su parte, indica que en Estados Unidos el kilo de higos se vende entre los US$4,4 y los US$13,2, dependiendo de la variedad y el tipo de embalaje.
Una especie de difícil manejo
Sin embargo, esta especie también presenta algunas complicaciones difíciles de solucionar, las cuales muchas veces terminan por dificultar el desarrollo del negocio.
Una de ellas es que los higos, a diferencia de otras frutas, poseen una corta vida de poscosecha —no soportan más de 4 horas a temperatura ambiente y se calcula que su vida se extiende por no más de 7 días—, por lo que se debe procurar cosechar, embalar y embarcar en no más de 24 horas.
Así, en la práctica, la fruta es retirada de los huertos dos veces por día para ser llevada al frigorífico y luego al packing. Respecto al embarque, este puede realizarse sólo de forma aérea y preferiblemente utilizando la ruta de menor duración.
“Afortunadamente, como tenemos una superficie considerable y una temporalidad estable desde el año 2013, con volúmenes que crecen, hemos podido presentarles a las líneas aéreas un programa anual que cumplimos desde febrero a mayo, aunque al inicio fue difícil”, comenta Cristian Muñoz.
En ese contexto, se debe evitar el quiebre de la cadena de frío, para lo cual se pueden utilizar gel packs en el interior de las cajas y mantas térmicas sobre los pallets. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas herramientas tienen una efectividad de unas 7 horas, por lo que una vez transcurrido ese periodo se corre el riesgo que la condensación moje la fruta y se forme moho.
Un negocio con futuro
Pese a las dificultades que provoca esta situación, los expertos aseguran que el negocio seguirá siendo atractivo.
”Hoy es un mercado de nicho, donde los consumidores son personas de cierto nivel económico que viven en ciudades cosmopolitas y que buscan un producto exótico. Sin embargo, el mayor impulso viene por el lado de que se trata de una súperfruta, que además de ser saludable, se identifica con los productos gourmet”, asegura Cristian Muñoz.
En esta misma línea, George Kragie reconoce que los higos frescos pasaron de ser una fruta que estaba en el árbol del patio a un ingrediente promovido en las revistas de cocina, por chefs famosos y distintas personalidades. “La industria del higo es ganadora. Salió de la oscuridad para ser una fruta sexy, usada en todo tipo de recetas”, señala.
Texto: Ximena Fernández
Fuente: El Mercurio