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Francisco Balas (Higos Fiki): «Es más ecológico identificar genes de resistencia que usar fitosanitarios»

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El árbol de la higuera es uno de los más fuertes para hacer frente a la sequía y al calor extremo. Sin embargo, el higo es uno de los frutos más perecederos y necesita mucha atención en su recolecta y transporte. El desarrollo de nuevas variedades que aúnen todas las características necesarias que demanda el mercado, el agricultor y el consumidor se hace cada vez más importante.

«En higos, solo hay variedades tradicionales, no hay nuevos desarrollos; unas se agrietan, otras se abren por el ostiolo, otras son blandas… Hay un desorden varietal importante. Estamos investigando para crear una nueva variedad de higo», dice Francisco Balas, responsable de producción e I+D de Higos Fiki.

Según Balas, «lo interesante es crear nuevas variedades genéticamente fuertes para evitar el uso de fitosanitarios. Es más ecológico identificar genes de resistencia que usar fitosanitarios para luchar contra las plagas. Por ejemplo, con los marcadores moleculares ahorraríamos mucho tiempo y dinero en la investigación de nuevas variedades».

Por eso, el proyecto estrella de su departamento de I+D es «el programa de mejora genética de higuera, con el ánimo de llegar a una variedad, o un conjunto de variedades, que cumpla con todos los criterios: prolongar la vida útil del higo fresco, que sea un fruto más firme, con una piel más resistente y un ostiolo cerrado», señala Balas.

Según el responsable, «otro aspecto relevante sería adecuar las fechas de producción y que sean escalonadas. En cuanto a higo seco, queremos aumentar la productividad porque usamos Calabacita, pero no es una variedad muy productiva, y aumentar la resistencia genética».

Como en todos los desarrollos, hay que encontrar un equilibrio entre todos esos factores agronómicos, bióticos y abióticos y cualidades organolépticas, es decir, según Balas, «el sabor tradicional, entre otras cosas. Hay mucho trabajo por delante porque no hay ninguna variedad nueva de higo desde los años 50 del siglo pasado».

«Intentamos aprovechar el 100% de lo que producimos, para eso tenemos un departamento de I+D. Por ejemplo, los higos que no valen para venta van a mermeladas o conservas. Tenemos cero desperdicios, incluso hacemos un aceite esencial con las hojas de la higuera que servimos a la industria farmacéutica. En nuestros tiempos, debemos y podemos aprovechar todo lo que nos da la fruta».

Este cultivo, parece despertar cada vez más interés, ya que «en países como Chile, Canadá, Reino Unido o Países Bajos, está aumentando su cultivo; una de las razones es que puede soportar la sequía provocada por el aumento de CO₂ en la atmósfera».

«En España es fácil que la gente tenga una higuera cerca y no necesite comprarlos. Por eso, cultivamos higo fresco sobre todo para Francia y Bélgica e higo seco para el mercado nacional», señala Balas.

Consume menos agua que un olivar
El ahorro de agua es una de sus mejores características. En ese aspecto, la higuera es imbatible ya que, según Balas, «dependiendo de las parcelas y el suelo, un higueral necesitaría solo entre 1.500 m³ y 2.000 m³ al año, es decir, incluso menos que un olivar. Gracias a ese bajo consumo, podemos permitirnos regar todos nuestros cultivos, incluso el higo seco».

La higuera es un árbol fuerte, pero «en nuestros casi 10 años de funcionamiento hemos visto la aparición de tres plagas nuevas en la zona de Extremadura. La mosca que atacaba en Valencia ha llegado aquí, la polilla no se consideraba plaga y ahora sí, y los nematodos del suelo también se están haciendo fuertes».

Afortunadamente, «tenemos líneas de incentivos fiscales, pero creo que deberíamos tener más ayuda pública porque en nuestro sector necesitamos 10 años de investigación hasta conseguir resultados. Es de crucial importancia fortalecer el apoyo a la I+D para aprovechar el talento que hay en nuestra tierra», finaliza el responsable.

Higos Fiki es una empresa extremeña fundada en 2017 y dedicada a la producción y comercialización de higo fresco, seco y para industria. En total, 250 hectáreas destinadas al cultivo de Calabacita, Cuello de Dama Blanco y Toro Sentado, la breva típica de Elche.

Texto: Lydia González
Foto: Higos FIKI
Fuente: Fresh Plaza

Francisco Balas (Higos Fiki): “Turquía entra con mucha fuerza en Europa en septiembre, pero si hablamos de sabor el higo español no tiene rival”

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En la región por excelencia en la producción de higos en España, donde se cosechó el año pasado el 55,5% del total de los higos producidos a nivel nacional, Extremadura, avanza una campaña en la que la producción ha aumentado considerablemente e incluso la de brevas ha sido “histórica”, como señala Francisco Balas, de Higos Fiki.

“Venimos de un año, el 2022, en el que el calor que hizo a principios de verano provocó que los árboles estuvieran ya otoñados en el mes de junio; de hecho, la gran producción de brevas de este año es reflejo de la mala campaña pasada, ya que la breva es la fruta que crece en la madera del año anterior”, recuerda Francisco.

“Este año, afortunadamente, las lluvias de mayo ayudaron a nivel fisiológico a las plantas y la producción se ha podido recuperar, y la campaña ha empezado con buenos volúmenes desde el principio; aunque la otra cara de la moneda cuando hay buena producción es que se resienten los precios”.

“En el mercado nacional se han situado en 2-3 euros por kilo, y en Francia, Holanda y Bélgica, nuestros mercados de exportación, han estado a entre 4 y 5 euros por kilo; aunque con clientes puntuales o en el mercado británico, que paga mejor, ha habido picos de 8 euros y 6-7 libras, sobre todo en brevas”. No obstante, no se puede olvidar que el higo tiene una complejidad logística mayor que otras frutas que se debe tener en cuenta a la hora de fijar su precio.

“Una vez recolectados del árbol, los higos deben llegar a destino en unas 48 horas, porque es una fruta muy delicada y perecedera. Deben cosecharse a mano en el momento óptimo de maduración, porque, una vez que se cosechan, no acumulan más azúcares. En nuestra empresa recolectamos los higos a primera hora de la mañana, empezando a las 5 de la madrugada para evitar el calor, en 24 horas llegan a Mercamadrid y en solo 48 horas ya los colocamos en los mercados internacionales; por eso, para suministrar correctamente este producto y que llegue con la calidad esperada por los clientes, tienes que tener una capacidad logística”.

“Este año, la demanda está siendo muy buena, pero está algo desestructurada. El higo fresco es un producto novedoso y recibimos diariamente el interés de mayoristas y retailers nacionales e internacionales, que quizás es mayor que el de los propios consumidores; incluso hemos recibido interés por parte de la gran distribución europea, aunque por ahora es difícil proveer el volumen que necesita”.

“Además tenemos que tener en cuenta que Turquía entra con muchísima fuerza en Europa a partir de septiembre, con una capacidad de suministro y unos precios con los que no podemos competir. Aunque si hablamos de sabor y dulzor, el higo español no tiene rival frente a los producidos en otros orígenes. En Higos Fiki comercializamos higos con una media de unos 21 grados Brix; para hacerse una idea de lo que significa este valor, una cereza que tenga un Brix de 14 ya es realmente dulce, y nuestros higos tienen hasta 7 grados más”.

Texto: Marta del Moral Arroyo
Fuente: Fresh Plaza

La empresa extremeña FIKI Europa importa higos frescos de México para complementar su producción

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Francisco Balas en México

Francisco Balas, su director, nos comenta su experiencia en las fincas de la empresa Alpasa Farms en Jalisco y Michoacán con hasta 10.000 plantas/ha

FIKI EUROPA es una empresa Extremeña que se dedica a la producción y comercialización de higos frescos, secos y para industria. Dentro del segmento comercial del higo fresco, teníamos mucho interés en proveer de producto de calidad a nuestros clientes durante todo el año y comenzamos a plantearnos la opción de importar producto fuera de campaña, dado que nuestra producción se ciñe al periodo julio-octubre. Ya teníamos contactos con productores y viveristas de diversas áreas de América con los que habíamos coincidido en foros internacionales y con los que compartíamos experiencias a nivel agronómico.

De todas las empresas con las que entramos en contacto, la que más nos atrajo por su capacidad tecnológica, tanto en campo como en central, y por la calidad de sus higos fue ALPASA FARMS. Enseguida nos pusimos a trabajar para definir un programa de abastecimiento. En los primeros cargamentos surgieron problemas y cometimos errores, pero esto son sirvió para mejorar todo el proceso y entregar finalmente un producto de altísima calidad. La visita la realizamos junto al Ingeniero Agrónomo de ALPASA FARMS,  Isaías Orozco.

El higo mexicano que se importa es de la variedad ‘Black Mission’, que es una sinonimia de ‘Albacor’ o ‘Colar’ en América, y se produce durante todo el año, aunque las máximas calidades se alcanzan desde octubre a junio, complementando a la perfección nuestra producción. El transporte, dada la naturaleza perecedera del higo, es por avión. Nos aseguramos que la vida útil en destino sea superior a una semana. En cuanto a las presentaciones, comenzamos trabajando formatos tipo clamshell, pero los clientes nos han ido solicitando cada vez más cajas de cartón con alveolo, que es lo que estamos intentando mejorar. Todo el proceso cuenta con un sistema de calidad y trazabilidad y certificaciones Global GAP, Smeta, Primus GFS, etc.

Una vez que la logística del proceso de importación estuvo establecida y la pandemia de Covid nos dio un breve respiro, fuimos a visitar a nuestros colegas y así conocer de primera mano sus fincas y centrales hortofrutícolas en Jalisco y Michoacán (México).

Esta visita fue realizada a principios de enero de 2021 y durante varios días pudimos constatar que ambos Estados son zonas privilegiadas para la agricultura, ya que cuentan con algunos cultivos históricos de proyección internacional como el agave azul o el aguacate. En tiempos más recientes ha crecido de manera formidable la producción de berries, que sigue siendo la principal línea de negocio de nuestros colaboradores y de la mayoría de productores de higo de la región. Se hace patente como el agricultor mexicano ha llegado a la producción de higo desde la filosofía del berrie, mientras que los agricultores españoles lo hemos hecho desde el punto de vista del frutal o el olivar. Son dos caminos recorridos totalmente distintos y así lo reflejan las enormes diferencias de manejo que existen entre España y México.

Dentro de las diferencias de manejo existentes cabe destacar la altísima densidad, con marcos de plantación de hasta 10.000 plantas/ha, habitualmente cultivadas en contenedores con sustratos especiales o hidroponía. Es muy habitual el uso de cubiertas de suelo en toda la superficie de la parcela, así como las cubiertas aéreas con macrotúneles o incluso invernaderos. Todo ello requiere una enorme aportación de insumos de diversa índole. Destaca la repetición de ciclos, ya que mientras que en España hacemos un ciclo por año, en México los productores más especializados son capaces de obtener hasta tres ciclos por año.

Es una forma muy diferente de producir que requiere unas inversiones y un conocimiento agronómico muy importantes, pero consigue unos volúmenes excepcionales. Si bien es cierto que el espectro varietal es aún muy estrecho y vamos a seguir colaborando para poder diversificar la oferta”.

Higueras en México

Francisco Balas (FIKI EUROPA): “El cultivo de la higuera debe cuidar la calidad y los precios para no repetir los errores de otros frutales”

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Entrevista con
Francisco Balas
Responsable de Producción e I+D de FIKI EUROPA

¿Cómo surgió el proyecto de FIKI y en qué momento se encuentra en cuanto a plantación de higueras y volumen de producción?

FIKI está compuesta de dos socios: uno viene del mundo de la comercialización de la fruta y posee más de 30 años de experiencia en el sector, y el otro, que soy yo, que vengo del mundo de la investigación agraria y la mejora genética. Con esto teníamos una visión muy amplia del sector frutícola y de las oportunidades que había para un proyecto de este tipo. Nos une una gran relación personal desde hace muchos años y hablábamos de ello a menudo. En un momento dado, decidimos comenzar con una plantación de 4 ha casi como una afición.

La primera plantación se estableció en la primavera de 2017. Después comenzamos a llevar otras plantaciones ya existentes por una superficie de 16 ha. Todo ello de ‘Calabacita’. En 2019 ampliamos otras 4 ha propias de ‘Calabacita’ y ‘Albacor’. Y en 2020 esperamos plantar al menos 8 ha incluyendo ‘Calabacita’ para fresco y seco y al menos una variedad más para fresco que será ‘Dalmatie’.

Se puede decir que estamos en un momento de consolidación del proyecto dado que vendemos el 100% de la producción y ampliamos la superficie cultivada siguiendo la demanda que tenemos. En 2018 nuestra producción fue de aproximadamente 80 toneladas de higo fresco y unas 30 tn de higo seco. Para 2019 esperamos llegar a las 100 tn de higo fresco (incluyendo higo para industria y para mercados mayorista) y 35 tn de seco.

¿Qué diferencias significativas existen entre vuestro modelo de cultivo de higueras y el tradicional en otras zonas de Extremadura?

Las principales diferencias con respecto al sistema tradicional son la aplicación de riego y los márgenes de plantación más estrechos. Para nosotros el agua es sencillamente fundamental. Solo cultivamos con riego por goteo. Esto nos permite producir mucha más cantidad de frutos y de mejor calibre. Además mejora el estado fisiológico de las plantas durante toda la campaña. En cuanto a los marcos de plantación, hemos pasado de los tradicionales 8×8 a 5×5 para los higos secos y 2×4 y 1.5×3, dependiendo de la variedad, para los higos frescos.

Estos marcos de plantación junto con un sistema de formación del árbol  muy bajo resultan en una especie de seto súper intensivo. Esto está dedicado al higo fresco y nos está dando unos resultados excelentes por su rápida entrada en producción y su facilidad de recolección, lo cual aumenta enormemente la productividad. Otro aspecto que hemos incluido es el uso de cubiertas de plástico para evitar en lo posible las malas hierbas.

Este modelo es por tanto bastante distinto a cualquier otro tradicional de la región, pero sólo lo veo viable para extensiones considerables, puesto que también conlleva unos gastos iniciales mucho mayores y, para ser honestos, aun lo estamos mejorando.

Cada vez más se están buscando cultivos alternativos en el regadío, Para alguien se plantee entrar en el cultivo de la higuera ¿qué grandes consejos le daría?

El consejo fundamental que suelo dar a los agricultores que nos visitan para informarse es que se preocupen, antes de nada, del destino comercial al que se van dirigir. El agricultor debería tener claro antes de plantar el primer árbol si va a producir higo seco para una cooperativa o una empresa transformadora o si va a llevar higo fresco a una central, qué variedad, etc. y, a partir de ahí, adaptar la producción al objetivo.

También es muy importante que tenga claro que el higo fresco y el higo seco son en realidad dos cultivos distintos a pesar que sea la misma especie. A nivel de manejo le aconsejaría al 100% cultivar con riego.

Por último recomiendo altamente que lean, que se informen, que pregunten. En Extremadura tenemos la inmensa suerte de contar con algunos de los mayores expertos del mundo en higuera, en el CICYTEX. Por nuestra parte, en FIKI no tenemos ningún problema en compartir nuestra experiencia.

Más que un consejo, pido a los que se meten en el cultivo que cuiden la calidad y los precios, para no repetir los errores cometidos con otros frutales y que este sea un cultivo rentable durante mucho tiempo. Les animo a que den el paso, este es un cultivo precioso y con todo por hacer, necesitamos hacer sector y cuantos más actores y más puntos de vista, mejor.

Desde el punto de vista de la comercialización, ¿cómo la tenéis enfocada vosotros?

Desde un punto de vista operativo, el higo seco y el fresco son dos productos totalmente distintos. Nosotros dedicamos determinadas parcelas a un destino u otro desde su concepción.

Por razones obvias el higo fresco es más perecedero y más difícil de trabajar. Exige un nivel de coordinación muy elevado. Desde que recogemos los higos hasta que los ponemos en el mercado no transcurren ni 24 horas y no es nada sencillo. El higo seco da mucho más margen de maniobra y su principal riesgo es que se humedezca por lluvias, pero llevando cierta previsión y recogiéndolos regularmente, no todo a final de campaña, es muy difícil que ocurra.

En cuanto al enfoque comercial, desde que ideamos el proyecto este tuvo una vocación internacional. Nuestro objetivo siempre ha sido comercializar nuestros higos en el norte de Europa. En las dos campañas que llevamos hemos hechos pruebas de higo fresco con bastante buen resultado, pero aún tenemos que afianzar varios procesos para poder dar el salto a un volumen considerable.

Así pues, en este momento nuestros principales clientes son nacionales. Eso sí, no nos limitamos a Extremadura y trabajamos con empresas de Madrid, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Canarias y Castilla y León. 

¿Pensáis en el futuro entrar en la elaboración de otra serie de productos relacionados con el higo como bombón de higo, barritas energéticas, etc.?

Totalmente. Aunque no comercializamos aún por esta vía, estamos trabajando en el desarrollo de dos productos de alto valor añadido que ayuden a complementar y diversificar nuestra oferta. Para nosotros, comercializar productos transformados es el siguiente paso natural del proyecto. El higo posee diversas cualidades que no están siendo aprovechadas en gastronomía ni en industria y creemos que hay un nicho por explotar.

También estamos desarrollando una plataforma de comercio digital que irá creciendo poco a poco. Creemos que este sector es indispensable para una empresa agroalimentaria en los tiempos que corren

Me gusta decir que la higuera es como el cerdo, que se aprovecha todo: fresco, seco, para industria alimentaria, cosmética, productos transformados, etc. Y también que la higuera tiene una cosa buena y una cosa mala: que está todo por hacer. Por ello creo que el factor clave para llevar al cultivo a otro nivel pasa por la innovación. Innovación en todos los eslabones de la cadena: campo, almacén, logística, digitalización de procesos, producción industrial, etc.

Vivimos en una zona privilegiada para el cultivo de la higuera y, si la cuidamos, esta puede ser una fuente de riqueza muy importante para la región. Pero cuidarla significa, sobre todo, apostar por ella, invertir en I+D, innovar, ir un paso por delante del resto de productores porque nuestro producto es mejor. En este sentido, Extremadura suela adoptar cultivos que tienen más o menos éxito en algún sitio y exprimirlo hasta que colapsa por bajos precios. Aquí tenemos la oportunidad de desarrollar algo realmente único y distinto. Nosotros estamos llevando a cabo un programa de mejora genética de la higuera para intentar obtener una variedad aún mejor que el conjunto de variedades tradicionales con que venimos trabajando.