Las máquinas clasificadoras resultan imprescindibles a la hora de detectar y eliminar materiales extraños y fracciones de micotoxinas en los higos secos
El higo seco es la fruta seca más difícil de procesar y envasar. El tamaño y la suavidad del volumen del grano de la fruta hacen que la forma del higo cambie constantemente
Los orígenes de Kral Incir se remontan a los años cincuenta. Esta empresa familiar, dirigida por la cuarta generación, comenzó a comercializar higos secos en 1977. Desde entonces, se ha convertido en uno de los exportadores de higos secos más importantes de Turquía. La empresa es capaz de cumplir con los altos estándares exigidos por los mercados de exportación gracias a la utilización de dos máquinas clasificadoras TOMRA Helius y dos TOMRA Ixus.
En sus instalaciones de Nazilli Aydın, en la región del Egeo, al oeste de Turquía, Kral procesa una media de 6.000 toneladas de higos al año. Lleva casi medio siglo ofreciendo sus productos a los mercados extranjeros, bajo la marca King. Actualmente, la empresa exporta el 80% de su producción. Ésta se destina a los países europeos -sobre todo Francia, Alemania y Bélgica-, así como a Estados Unidos y Asia oriental.
Más de la mitad de la producción mundial de higos secos, unas 120.000 toneladas anuales de media, procede de Turquía. El coordinador general de Kral Incir, Alper Aksüt, observa: «Turquía produce los higos de mayor calidad y ocupa el primer lugar en la producción mundial de higos secos, así como el primero en exportaciones. El valor de estas exportaciones para nuestro país es de unos 300 millones de dólares al año».
Una de las razones de este éxito mundial, reconoce Aksüt, es la naturaleza: «Tenemos unas condiciones ideales para la producción de higos, con un clima mediterráneo en nuestras costas y un viento que sopla desde varias direcciones a lo largo del día, perfecto para el secado de los higos. Alrededor del 80% de todos los higos producidos en Turquía se cultivan en la región de Aydın, que suministra el 70% de los higos secos procesados en nuestra nación. Sólo obtenemos nuestros productos de los agricultores de esta región.
«Aprovechamos estas ventajas naturales, a la hora de procesar el producto, invirtiendo en automatización y en máquinas de clasificación con sensores. Estas tecnologías mejoran nuestra capacidad de exportación. Las clasificadoras TOMRA nos han permitido eliminar problemas como los defectos del producto, las materias extrañas y la aflatoxina, para poder ofrecer a nuestros clientes los mejores productos.»
Higos secos difíciles de procesar
Kral Incir ofrece productos de higos secos a nivel nacional e internacional para diversos usos: venta en cadenas de supermercados, como fruta seca envasada y como materia prima industrial para la industria farmacéutica.
Según Aksüt: «El higo seco es la fruta seca más difícil de procesar y envasar. El tamaño y la suavidad del volumen del grano de la fruta hacen que la forma del higo cambie constantemente. Pero las clasificadoras ópticas nos permiten superar estas dificultades». Las clasificadoras de TOMRA también nos ayudan mucho al detectar y eliminar materiales extraños y fracciones de micotoxinas.»
Para evitar que los higos contaminados con aflatoxinas lleguen al producto final, hay que tener un enorme cuidado en los procesos de cultivo, recolección y clasificación. Aksüt explica: «Los hongos que causan la aflatoxina en los higos secos producen ácido kójico. Afortunadamente, el ácido kójico irradia un color verde-azulado en un entorno oscuro bajo la luz ultravioleta, lo que significa que puede ser visto en condiciones de oscuridad por el TOMRA Helius. Y clasificamos materiales extraños como el vidrio, el metal y la piedra con la TOMRA Ixus. Dado que los volúmenes de las cosechas y la calidad del producto pueden variar de un año a otro, es bueno saber que podemos confiar en las clasificadoras ópticas cuando la calidad del rendimiento es problemática. Las clasificadoras de TOMRA también aceleran en gran medida nuestros tiempos de producción».
Los higos secos contribuyen a la economía turca
Aksüt dijo: «A finales de los años 80, los higos secos de calibre medio se exportaban a un precio de entre 1,50 y 2 dólares por kilo. Hoy en día, alcanzan entre 5 y 6 dólares por kilo. Durante el año 2021-22, se exportaron aproximadamente 77.000 toneladas desde Turquía. De hecho, Turquía ha sido el primer productor mundial de higos durante los últimos cinco años, con una cuota de mercado, de media, del 54%. Irán le sigue en segundo lugar, con un 19%.
«Mientras que los higos secos tienen una gran demanda en los mercados de exportación, la demanda es mucho menor en el mercado nacional, donde se consideran un producto de lujo. El consumo anual es de 40 gramos por persona en Turquía, pero en Alemania es de 190 gramos por persona. Sin embargo, debido a los cambios en los hábitos alimentarios de los últimos años y a la tendencia a consumir productos saludables, el consumo de higos secos está aumentando aquí. Esperamos que en los próximos años aumente la demanda tanto en el mercado nacional como en la exportación».
Encantados con el servicio postventa
Kral Incir decidió invertir en las clasificadoras de TOMRA por su eficacia. Aksüt comentó: «TOMRA ha proporcionado soluciones de clasificación muy innovadoras para la industria de la fruta fresca y seca. Además, durante los siete años que hemos utilizado las máquinas de TOMRA, hemos estado muy satisfechos con el apoyo del servicio postventa».
El director de ventas de TOMRA Food Turkey, Ahmet Koçyiğit, declaró: «Los higos secos tienen una importancia estratégica en Turquía. Esto significa que es especialmente importante invertir en el procesamiento del producto, para seguir cumpliendo con las altas expectativas de los mercados de exportación. Es esencial solucionar problemas clave como las materias extrañas, la aflatoxina y los defectos de calidad. Los sensores de TOMRA, líderes en el sector, garantizan una visión clara de cada producto y de los posibles defectos».
Fuente: Farmers Review Africa