El fascinante mundo de los higos: el tesoro otoñal de Italia

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Italia está espléndida en otoño. El país pasa de ser un paraíso para el calor a un paraíso para las exploraciones tranquilas y las comidas acogedoras de entretiempo. Entre estos últimos se encuentra un tesoro italiano intemporal: el higo. En el país de la pizza, la pasta y el helado, estos deliciosos frutos se convierten en el clásico manjar otoñal, con su dulzura y su significado cultural, que se entreteje en el tejido culinario de la nación.

En el Bel Paese, los higos son el símbolo por excelencia de la transición a días más fríos, y representan la abundante cosecha que sostiene a las familias durante los meses más fríos. Septiembre y octubre son los meses perfectos para cosechar esta pequeña joya dulce, ya que los días más fríos incitan a las higueras a fructificar.

No hace falta decir que los italianos tienen un profundo vínculo con su tierra y sus productos, y los higos no son una excepción. A medida que los días se acortan y la temperatura desciende, los higos adquieren protagonismo en las cocinas del país, y su rico y meloso sabor se convierte en parte apreciada de la dieta otoñal.

Un higo para cada región
El paisaje culinario de Italia es tan diverso como sus paisajes y el uso de los higos en la cocina varía de una región a otra. De norte a sur, encontrará estas deliciosas frutas en una amplia variedad de platos, cada uno de los cuales refleja los gustos y tradiciones locales.

En el norte, donde el clima es algo más fresco, los higos se suelen acompañar con quesos ricos como el gorgonzola o envueltos en speck, un jamón ahumado de la región del Alto Adigio. Estas combinaciones saladas y dulces crean un delicioso contraste que resulta perfecto para platos de antipasto o aperitivos.

Si viaja al centro de Italia, encontrará higos como ingrediente básico de platos rústicos. Aquí, la fruta se rellena con nueces, se rocía con miel, se asa hasta caramelizarla y, a menudo, se sirve junto a carnes asadas, proporcionando un armonioso equilibrio de sabores y texturas.

La «Pizza e Fichi», un clásico del otoño romano que combina la pizza bianca con la humilde fruta. ¡El maridaje ha suscitado incluso su propio dicho, «mica pizza e fichi!», que significa «¡no es nada!» y combina dos alimentos que solían representar la comida de los pobres para decir que algo vale más de lo que parece.

Aún más ingenio culinario se encuentra en el sur, probablemente el lugar donde los higos brillan de verdad. Las higueras prosperan en el cálido clima mediterráneo, produciendo frutos gordos y jugosos, que luego se celebran en una gran variedad de platos.

Una especialidad sureña muy apreciada son los «Fichi al Cioccolato», o higos cubiertos de chocolate: Deliciosos manjares que consisten en higos maduros rellenos de almendras o avellanas, bañados en chocolate negro y dejados endurecer en una cáscara dulce y crujiente. Suelen degustarse en celebraciones y reuniones familiares, y encarnan la esencia de la hospitalidad y la indulgencia italianas. Otro es el «Fico Secco Mandorlato di San Michele Salentino»: higos secados en el Alto Salento (Apulia), rellenos de almendras enteras y aromas naturales, para un postre tradicional sabroso y totalmente natural que obtiene sus ingredientes directamente de la zona circundante.

Tradiciones y curiosidades de los higos
Más allá de su versatilidad, los higos ocupan un lugar especial en la cultura italiana, con multitud de tradiciones y curiosidades arraigadas en el perdurable encanto de estas joyas otoñales.

Las fiestas del higo son habituales en todo el país desde finales del verano y principios del otoño, con animadas celebraciones que reúnen a las comunidades para honrar la cosecha de higos con música, bailes y, por supuesto, abundantes platos de higos. La más famosa de estas fiestas es la Festa della Fichi, en Cosenza (Calabria), donde los lugareños se reúnen para mostrar sus habilidades en el cultivo de higos y disfrutar de manjares a base de higos.

En Sicilia, las hojas de higuera no sólo se utilizan para dar fruto, sino también para envolver quesos como la ricotta o el caciocavallo, con el fin de preservar y potenciar su sabor. Este método tradicional infunde al queso un sutil sabor a tierra, que lo convierte en un producto típicamente siciliano.

Pero los higos también han estado asociados durante mucho tiempo a supersticiones y creencias. En el sur de Italia se cree que las higueras tienen cualidades protectoras y que plantar una cerca de casa ahuyenta el mal de ojo y trae buena suerte.

Fuente: Issimo
Foto: Unsplash

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